Overblog
Edit post Seguir este blog Administration + Create my blog

PRUEBA: HONDA PRELUDE

Publicado en por tiempodeclasicos

PRUEBA: HONDA PRELUDE

Fuente: Velocidad Nº947, 3 de Noviembre de 1979.

Indudablemente los constructores japoneses juegan perfectamente con las carrocerías y las cilindradas; para ellos el costo de modificar un motor o invertir en una carrocería nueva no parece significar mucho. Todavía totalmente vigente el “Accord" en sus dos versiones anteriores que no han sido reemplazadas en las cadenas de montaje, se les añade ahora un modelo coupé bajo la denominación de “Prelude" y un rediseñado muy profundo que afecta a casi todas las partes mecánicas y carrocería. Con ello, la firma nipona incorpora a su línea de modelos un coupé, con una clientela quizá un tanto restringida, pero no despreciable.

El motor, ya no es el de 1.599 c.c., ahora se ofrece con una cilindrada de 1.602 c.c. que se deben a una reducción en la carrera y a un aumento en el diámetro: 77 x 86 en vez de los 74 x 93 anteriores. La potencia se sigue manteniendo alrededor de los 80 CV DIN a 5.300 r.p.m., sin embargo el par motor se ve ligeramente mejorado. También es novedad el encendido electrónico sin platinos.

En comparación con el "Accord”, el "Prelude" tiene su distancia entre ejes reducida en 6 cms. mientras que la vía trasera aumenta en 2 cms. También la suspensión ha sido modificada, siempre manteniendo el sistema de ruedas independientes. Estas modificaciones, ligeras a simple vista, influyen positivamente en el comportamiento del vehículo, sobre todo en el aspecto suspensión.

La caja de cambios sigue fiel a las cinco relaciones o bien el sistema semiautomàtico "Hondamatic" con dos relaciones solamente. Por supuesto el nuevo Honda sigue siendo un tracción delantera y la dirección es ahora servoasistida de serie.

PRUEBA: HONDA PRELUDE

ORIGINALIDAD

La línea del nuevo Honda es muy original y en nada recuerda la de sus hermanos mayores, destacando el frontal, sobrio y elegante, con sus grandes proyectores rectangulares. Una originalidad del "Prelude" es que de serie viene dotado de un techo eléctronico en plástico transparente, con una visera opaca de protección contra el sol.

A destacar, un tablero totalmente renovado de clara inspiración aeronáutica; es muy completo y de fácil lectura gracias a la lógica que se ha seguido al agrupar los diversos indicadores, por ejemplo el tacómetro es concéntrico con el velocímetro. Las inscripciones han pasado del inglés al francés, idioma que nos parece menos universal en automoción.

Como casi todos los coupés, el "Prelude" es sumamente confortable en las plazas delanteras, sin embargo las traseras no son aplicables más que para niños o bien para eventuales recorridos cortos debido a sus pequeñas disponibilidades de espacio; al contrario que en el "Accorde", estos asientos no son abatibles. Cabía esperar un maletero más dimensionado, pero nos parece que los japoneses viajan con muy poco equipaje por la escasa atención que muestran hacia este apartado. El conjunto ofrece una presentación de gran lujo y con la terminación exquisita habitual de los constructores orientales.

Cabe destacar el diseño de los asientos delanteros, con un respaldo envolvente y anatómico y con apoyacabezas regulable. La habitabilidad de las plazas delanteras es excelente, así como la visibilidad; se deja notar la falta de alzacristales eléctricos en un coche de esta categoría.

PRUEBA: HONDA PRELUDE

ESTABILIDAD

Evidentemente el "Prelude" no es un deportivo a pesar de su gran apariencia, sus aceleraciones son suaves y progresivas, mientras el motor demuestra buena flexibilidad en bajos regímenes. La caja de cambios es extraordinariamente manejable, las cinco relaciones están muy bien escalonadas; la quinta, muy desmultiplicada, sólo es utilizable en grandes rectas o autopistas. La velocidad máxima indicada por el constructor es de unos 160 kms./h, similar a la del "Accord", y en cualquier caso más que suficiente con las actuales limitaciones.

La estabilidad es quizá el punto más mejorado del "Prelude" respecto a sus hermanos anteriores, incluso en firme de tierra no se percibe pérdida de adherencia en ambos trenes. La eficacia de la frenada nos parece que es mejorable simplemente con la incorporación de unas pastillas de buena calidad.

En línea recta y a altas velocidades, el coupé "Prelude" mantiene bien su trayectoria, no pareciendo ser afectado por el viento lateral. La suspensión, un tanto rígida, perjudica el confort en los viajes largos.

El nivel sonoro es muy bajo, al igual que en el "Accord", la filtración de ruidos tiene una gran eficacia; a ello contribuye el silencioso motor. La sonoridad de deslizamiento no existe y el techo eléctrico no silba. En estas condiciones se puede escuchar con gran tranquilidad la pequeña radio, de gran originalidad por su pequeño tamaño y ubicación, que está perfectamente empotrada en el tablero, lo que sin duda desanimará al caco más hábil.

PRUEBA: HONDA PRELUDE

CONCLUSION

En suma, el "Prelude" es un coche que puede tener un gran atractivo para un cierto tipo de clientela, debido a sus dotaciones, aspecto, línea y cuidadísima terminación. El precio nos parece uno de los puntos más favorables, con un costo de adquisición de unas 580.000 pesetas matriculado, según las distintas opciones, que incluyen colores metalizados y aire acondicionado.

Comentar este post