BMW 733i (E23)
Fuente: VELOCIDAD Nº901, 16 de Diciembre de 1978.
La versatilidad del mercado canario abierto a la totalidad de las marcas del concierto automovilístico mundial, permite acercarse lo mismo al último utilitario japonés que al más sofisticado exponente de la producción europea. Esta vez la revista VELOCIDAD ha elegido un modelo BMW, concretamente de la "serie 7" en la que se engloban los vehículos grandes de la marca germana a partir del 728 de 2. 788 c.c. y 170 CV DIN pasando por el 730 que corresponde a un motor de 2.986 c.c. y 184 CV DIN y finalizando en el 733 que es el cumbre de la gama, animado por una planta motriz de 3.210 c.c. y 197 CV DIN alimentado por inyección y, como sus hermanos, con un bloque motor de seis cilindros.
El vehículo probado, el último de los mencionados, estaba dotado de todos los extras que suministra la fábrica en dicho modelo (excepto las llantas especiales de aleación) como pueden ser el cierre centralizado en puertas, tapas de motor y maletero, tapa del depósito de gasolina y bloqueo del sistema de carga de carburante a la bomba inyectora; realmente imposible de robar como no sea con ayuda de una grúa: nuestro modelo disponía también de aire acondicionado, pintura metalizada, tapizado en cuero legítimo y techo corredizo eléctrico. Antes de entrar en más detalles conviene aclarar, para una mayor compresión de todos los demás pormenores del coche, que el precio de venta al público, incluidos los citados accesorios es, en el mercado canario, de 2.131.300 pesetas. Claro que el modelo básico de la serie 7, el 728, se comercializa en su versión standard al precio, ya respetable, de 1.375.000 pesetas: la cotización del 730 es de 1.554.000 pesetas. En todos ellos el suplemento por la transmisión automática es de unas 160/170.000 pesetas. La unidad por nosotros probada disponía del cambio manual de cuatro relaciones.
A primera impresión, verdaderamente profunda, la constituye el especial contraste entre la solidez y lujo de estos modelos grandes y la ligereza de las unidades deportivas que tantos éxitos han logrado en competición. El largo total del vehículo es de 4,860 metros con un peso de 1.600 kgs. A pesar de estas considerables dimensiones, la línea alargada y la extrema claridad con su gran superficie acristalada, establece una relación armoniosa y de una elegancia discreta, nunca epatante; a todo ello contribuye una línea de cintura muy baja y el arqueado perfil del techo. En conjunto, el coche resulta bastante compacto y no se aleja demasiado del carácter específico de las series 3 y 5. El rostro frontal del BMW serie 7, lo define el característico doble óvalo, símbolo de la legendaria marca alemana, que se extiende lateralmente hasta integrarse en los guardabarros delanteros a través de unos generosos intermitentes; en la calandra se alojan los dobles faros de diámetros distintos; en la parte inferior un discreto parachoques envolvente, forrado de caucho, delimita el conjunto superior de la parte más baja que se configura a base de un spoiler construido de material sintético deformable. Las columnas delanteras, soportes del techo, llevan unos deflectores especiales contra el viento y polvo. La parte posterior del coche responde a una estructura muy clásica, en la que destacan los grandes grupos ópticos de iluminación, en los que, aparte de todas las luces habituales se encuentran integrados dos pilotos de gran potencia para facilitar la visibilidad del vehículo en condiciones de niebla o fuerte lluvia.
ACABADO LUJOSO PERO FUNCIONAL
Al acceder al interior del coche, lo que más llama la atención, es el lujo sobrio y funcional, que da una gran sensación de amplitud, pero únicamente para cuatro plazas, porque viajar en el espacio central del asiento trasero es un pequeño suplicio, no por falta de sitio, sino por la pronunciada curvatura que desplaza de un lado a otro incluso en curvas reducidas; con esta salvedad, los cuatro pasajeros, incluido el conductor, tienen una amplitud de movimientos y confort fuera de todo lo habitual; el puesto de conducción es impecable en todos los aspectos, tanto por un asiento que sujeta perfectamente, como por sus múltiples posibilidades de ajuste; el volante tiene también desplazamiento axial y la disposición y accionamiento del conjunto de pedalería es óptimo. Por ejemplo, el embrague lleva un resorte de retención en punto muerto que permite reducir los esfuerzos para desembragar y mantener pisado el pedal, permitiendo, al mismo tiempo, un embragado sensitivo.
Toda la parte inferior del habitáculo se halla recubierta de una alfombra de terciopelo y el confort del tapizado de los asientos en piel legítima es insuperable. El sistema de refrigeración y calefacción por aire acondicionado llega a todas las partes del vehículo con una racional distribución, tanto para las plazas delanteras como para las traseras, con una característica especial en el mando de la válvula, que es neumático; el efecto refrigerante puede intensificarse con un ventilador de cuatro velocidades; igualmente cuenta con sistema de deshielo para los acristalados laterales delanteros.
El amplio volante de seguridad, con cuatro radios, está igualmente forrado en piel y el esfuerzo para moverlo varía en relación con el caudal de la bomba impulsada a la velocidad de rotación del motor, adquiriendo su máxima eficacia en las maniobras de aparcamiento y endureciéndose progresivamente a medida que aumenta el régimen de giro del motor. En este punto, con sólo ligeros giros de volante, se pueden negociar todo tipo de curvas, aspecto que requiere una previa habituación, porque la tónica para el neófito en el asunto es la ortodoxa de agarrar con firmeza y doblar la dirección en demasía, por lo que los primeros tanteos siempre teníamos que rectificar el exceso de volantazo.
EQUIPO SOFISTICADO
Tras el volante, y en un segmento circular, se agrupan los instrumentos de control en tres grandes zonas: la central con todos los instrumentos de lectura primaria como son cuentarrevoluciones, velocímetro y cuentakilómetros total y parcial y en un tercer círculo el termómetro de agua y nivel de gasolina; a la derecha se encuentran los mandos de climatización, reloj de cuarzo, mando basculante para las luces antiniebla (delanteras y traseras), interruptor y testigo del funcionamiento simultáneo de todos los intermitentes y alumbrado de localización, el cenicero de seguridad provisto de alumbrado, encendedor de cigarrillos y radio-cassette estereofónica: a la izquierda la tercera zona que podríamos denominar de control, que contiene el sistema BMW "Chek-Control", que es una unidad de ensayo con la cual pueden verificarse, por simple presión sobre un pulsador, siete funciones importantes del vehículo: nivel de aceite (con motor parado), nivel de agua de refrigeración, nivel de agua en el depósito lavaparabrisas, desgaste de frenos (rueda delantera izquierda y en la posterior derecha), funcionamientos de la luces de pare; la función correcta viene señalada por el encendido de las lámparas pilotos respectivas. Sobre la columna de la dirección se hallan, finalmente, dos palanquitas que accionan, la de la izquierda, los intermitentes, luces de cruce, carretera y ráfagas; la de la derecha sirve para el mando combinado del sistema limpiaparabrisas. Los instrumentos van iluminados con luz anaranjada, que es la que menos fatiga la vista, y su intensidad es graduable.
HABITABILIDAD
Una vez instalado en los asientos traseros se aprecia una configuración anatómica perfecta individual con un dispositivo eléctrico que permite variar, a voluntad, la curvatura y posición del respaldo; los apoyos de cabeza son graduables, tanto en inclinación como en altura. La plaza central es inexistente por su gran incomodidad, pero bajo el apoyabrazos central se halla ubicado un completo botiquín de primeros auxilios; las plazas posteriores disponen de encendedor de cigarrillos y mandos de climatización con sus correspondientes boquillas orientables, dispuestas sobre el espacio trasero. La amplia luna posterior es caldeable con un filamento que es prácticamente invisible y que, en forma de tupida malla, abarca la totalidad del cristal. El BMW 733i tiene prevista toda la instalación para conectar un teléfono. El techo corredizo es de accionamiento eléctrico con dos posiciones: total o parcialmente abierto, de forma escamoteable o en posición alzada.
Un vistazo al compartimento del maletero, de generosas dimensiones, revela el deseo de perfeccionamiento y cariño a los detalles; se halla totalmente recubierto de moqueta; la rueda de repuesto se encuentra en el lateral y es de fácil extracción, y en la tapa del cofre se aloja una gran caja de herramientas, Además, existen espacios para depositar pequeños objetos en los laterales de las puertas y en la amplia guantera con cierre centralizado y una curiosa linterna que es autorecargable al aplicarla a un enchufe especial. La capacidad del maletero es de 640 decímetros cúbicos y la del depósito de gasolina 85 litros, de ellos ocho en la reserva.
MECANICA: CLASICISMO DEPURADO
Pasando ya a la descripción de los órganos mecánicos el robusto motor de 6 cilindros y 3.210 c.c. (86 x 89) tiene una relación de compresión de 9,0:1 y desarrolla una potencia de 197 CV DIN a un régimen de 5.500 r.p.m. con un par motor de 28,5 mkg a 4.300 vueltas. La disposición del bloque es longitudinal y además de los soportes elásticos dispone de dos amortiguadores de gas. El árbol de levas va en cabeza, las cámaras de combustión son esféricas de cubeta turbillonaria. El sistema de encendido es totalmente transistorizado y la alimentación se efectúa por un equipo de inyección Bosch L-Jetronic de mando electrónico en función del caudal de aire con automatismo para el arranque.
El embrague es monodisco en seco con resortes de platillo y accionamiento hidráulico, amortiguador de vibraciones torsionales y reajuste automático. La suspensión es a base de resortes helicoidales y amortiguadores de gas, completada con elementos supletorios de goma elástica en el eje delantero; la suspensión posterior es idéntica a la anterior, con la adición de bielas articuladas en apoyos de caucho. Los dos ejes disponen de barra estabilizadora.
La instalación de frenos es de doble circuito en diagonal, sistema hidráulico servoasistido que actúa sobre discos de 280 mm. de diámetro en ambos trenes. El freno de mano actúa sobre un tambor supletorio de 160 mm. de diámetro. Las llantas son de acero en seis pulgadas y media y los neumáticos radiales en la medida 205/ 70 VR 14.
El equipo eléctrico está perfectamente alimentado por un alternador trifásico de 65 A/910 W y una batería de 12 voltios y 66 amperios.
AL VOLANTE
Aunque se sirve con transmisión automática, el modelo por nosotros ensayado disponía del cambio manual de cuatro marchas que, según catálogo, permite una velocidad de 205 kilómetros, pero por las características de la ruta y tránsito durante la prueba, no pudimos rebasar los 160 kilómetros, si bien es cierto que aún se apreciaba notable tirón y reserva de potencia; el escalonamiento de las relaciones se halla bastante conseguido. La cuarta es totalmente directa, sin embargo se nota la falta de una quinta velocidad o del overdrive.
Ciertamente el motor no tiende a pasarse de vueltas, pero de cara a un consumo más moderado, sería muy de desear, y en las carreteras de las islas se deja sentir, la necesidad de una selección intermedia que evite el abuso de la segunda marcha. En cualquier caso es preciso hacer la advertencia de que al 733i se le notaba algo retrasado, en su puesta a punto, porque las reacciones al acelerador, carecían del genio que cabe esperar de un “200 caballos". El comportamiento en ruta, con la salvedad que se acaba de anotar, es excelente en todo momento; a pesar del considerable peso no se aprecia cabeceo de la parte delantera, ni aún en grandes frenadas. El coche es subvirador, tendiendo a neutro, con una transición suave a ligeras características sobreviradoras en la zona límite. La suspensión se mostró excelente en diversos tipos de firme y tanto en trayectoria recta como en las zonas de curvas. Los frenos igualmente se mostraron insensibles a un prolongado requerimiento, y tras un descenso a marcha viva desde las cumbres de la isla de Gran Canaria hasta la ciudad de Las Palmas no habían perdido, ni mínimamente, su excepcional eficacia.
Premeditadamente, renunciamos a efectuar una prueba de consumo, aunque fuese aproximativa, porque un usuario que ha de pagar sobre los dos millones de pesetas por el ejemplar, no ha de preocuparle en absoluto el tema del gasto de combustible en unos duros más o menos.
Después de un amplio contacto con el BMW 733i no pudimos más que constatar el gran nivel general que ofrece el más grande de la “serie 7" en todos los conceptos; únicamente destacan las lagunas referentes a una quinta velocidad y la ausencia de plaza central en la banqueta posterior. Por lo demás un gran coche que entra con pleno derecho en la línea de los de gran lujo o representación, con una falta de nervio que nosotros achacamos a una incorrecta puesta a punto.