PRUEBA: Daihatsu Feroza EL

Recreo full time

El Feroza se nos mostró adaptable a cualquier estilo de uso, tanto dentro o fuera del camino. Desde aquel lejano "jeep" de la Segunda Guerra Mundial la especialización ha recorrido un largo camino, inclinándose para el lado del tiempo libre. Este es un compañero casi indispensable en la playa la montaña. Y no hablemos del barro...

Francamente, el cronista no manejana un doble tracción desde la época del Jeep IKA, con excepción del Lancia Delta Integrale, que era un poco distinto a este Jeep Feroza de Daihatsu, que dio como primera comprobación, que está muy bien equipado. La segunda, que iba a tener problemas para ubicar las piernas. La tercera, que es el vehículo ideal para Buenos Aires. La cuarta, que se puede disfrutar en cualquier parte.

Parece mucho, ¿no es cierto?. No lo es ...

Andando por Buenos Aires con el Feroza, uno se olvida de los baches. Está hecho para desafíos más duros en su vida, de manera que los agujeros y protuberancias de las calles de la Capital Federal pueden ser tragados sin dolores en el alma, si bien con no demasiada suavidad. 

Por lo demás, la posición "S" (soft, blanda) de la llave que regula la dureza de la suspensión, es la ideal para casi todos los terrenos, aunque debe decirse que no se circuló por montañas. De paso, es tan lindo que concita la atención de toda clase de personas, lo que satisface al no escaso ego que es una de las virtudes que tenemos los argentinos.

La segunda comprobación se explicará en el "Punto por punto", aunque de no haber terminado con una rodilla negra a golpes, el cronista hasta se hubiera olvidado del punto, tantas son las satisfacciones que proporciona el Feroza al manejarlo.

La generosa y cómoda puerta trasera, de apertura lateral deja ver una parte del asiento trasero rebatido, lo que aumenta la capacidad de carga

El equipamiento es completísimo. Las butacas son muy anatómicas y regulables en sentido longitudinal e inclinación del respaldo. Realmente confortables. Los cinturones de seguridad de tres puntos son regulables en su altura de anclaje. El volante también. Dispone de aire acondicionado y radio con pasacintas. Guantera y bolsillos en las puertas, que además tienen apoyabrazos, donde están los botones para los levantavidrios eléctricos, con función parcial y non - stop del lado del volante. Las puertas se traban o destraban con la llave respectiva y los espejos exteriores también tienen mando a distancia. El techo es abrible o quitable, así como también pueden extraerse el techo trasero con sus ventanillas y la luneta, con lo que se transforma en un convertible. Para esto dispone de una robusta barra antivuelco. Pero si bien no es engorroso, el operativo de transformarlo en convertible es algo largo y, en nuestro caso, casi no paró de llover durante las pruebas, así que nunca pudo concluirse la operación.

Hay manijas para agarrarse por todas partes, un instrumental tan completo que incluye inclinómetro y aguja testigo de carga de la batería. También trae limpialuneta y un robusto gancho de remolque en cada extremo.

Sorprendentemente, también se mostró un buen rutero, sin problemas para crucerear a 120 km/h, aún cuando su inexistente Cx lo hace sensible a los vientos y el consumo sufre un poco, pese a la escasa cilindrada.

Linda cuando llega, linda cuando se va

Pero lo divertido fue el barro. La tracción permanente es la trasera, y la delantera engrana automáticamente cuando se acciona la palanca correspondiente a los diferenciales: normalmente está engranada en 2H que significa "dos ruedas en alta" (alta es "high"); para 4x4 se baja y queda con tracción total en alta (high); la tercera posición es en 4x4 baja ("low"). Siempre hay que conectar el tipo de tracción con el vehículo parado. La baja se utilizó únicamente para saber como era, ya que nunca nos hizo falta. En 4x4 alta, sobró paño en los barriales de las cercanías de Buenos Aires y hasta en un camino recién arado... y llovido. La sensación es inefable.

Lo que no es tan inefable es el precio. Aunque tampoco es tan alto en relación a su competencia. Cosas de los impuestos, pero un sedán con hard top y todo el equipamiento que tiene el Feroza en ese precio no es caro en la Argentina del primer mundo. Es verdad que en Europa se vende a más o menos 20.000 dólares, pero allá sólo pagan el IVA.

Lo importante es que un vehículo para recreación que puede utilizarse full - time (ciudad, campo y montaña), está disponible para quien necesite tal ductilidad: si se piensa un poco, este jeep cumple muchas funciones normalmente reservadas a vehículos más especializados. Lo que no es poco.

El frente del cockpit, sencillo de estilo, pero donde no falta casi nada

PUNTO POR PUNTO

Si bien vehículos con tracción en las cuatro ruedas ya existieron hace mucho tiempo, la popularización de los todo terreno se originó en la Segunda Guerra Mundial. Diseñado por Willys Overland para una licitación del Ejército de los Estados Unidos, que necesitaba un vehículo para propósitos generales (General Purpose - G.P. Jeep - Yip), su aceptación lo llevó a ser fabricado por la Willys y por la Ford. Luego de la guerra siguió la Willys (absorbida por Kaiser y Frazer) así continuó fabricándose en distintos paises del mundo, en muchos casos bajo licencia. Aquí lo trajo la Industrias Kaiser Argentina y en EE. UU. lo heredó American Motors, para luego parar a ser una división de Chrysler, la Jeep Eagle Corporation.

POSICIÓN DE MANEJO

Un poco difícil para personas con piernas largas... o cortas. El primero debe llevarlas encogidas y con la rodilla derecha tocando -y golpeando- en el borde de la consola. La izquierda, en tanto, difícilmente llega hasta el fondo del torpedo, mucho más allá de los pedales. Los de piernas cortas solo tienen un lugar para apoyar el pie izquierdo: el pedal de embrague, lo que no es bueno. Si la pedalera estuviera un poco más atrás, o la corredera del asiento fuera un poco más larga, habría solución, aunque de paso debería arrimarse más el volante al tablero. Y haría falta un apoyapié para el extremo izquierdo. Por lo demás, todo está bien, cuando uno se acostumbre al lugar que ocupa cada mando. Los fabricantes eligen distintas soluciones para similares problemas. El conductor se ubica alto y la visibilidad es muy buena, ayudada por los tres espejos. Hasta el cenicero con su encendedor están colocados con mayor comodidad para el conductor que en autos presuntamente más confortables.

El motor del Feroza es una auténtica joyita japonesa de 1.600 cm3 y 85 caballos, para amalgamar potencia suficiente con razonable consumo. Con carburador pero 4 válvulas por cilindro

MOTOR

El motor es otra joyita japonesa, muy bien pensada para equilibrar potencia suficiente con consumo razonable. Con 1.600 cm3, sus 85 HP podrían haber sido 95, con inyección y un poco más de compresión, pero los japoneses saben que en América Latina el octanaje de las naftas no es confiable. Sin embargo, con multiplicaciones cortas, como corresponde, es capaz de crucerear a 130 - 140 km/h aún con vientos frontales o cruzados de mucha intensidad. Claro que aerodinámicamente es una pared con ruedas: en las pruebas de velocidad, en un día de fuerte viento, pasó los 156 km/h con viento a favor en quinta, mientras con viento en contra hubo que utilizar la cuarta y apenas sobrepasó los 133 km/h. En cuanto a la aceleración, se llegó a ella en 4ta para no pasar de vueltas al motor en tercera. Realmente es corta, lo que haría que consumiera más. Pero aquí la industria japonesa mostró porqué ocupa el lugar del mundo que hoy ostenta: el motor tiene un árbol de levas a la cabeza... pero 16 válvulas. Y con inyección hubiera sido más económico aún, pese a que el gasto en ese sentido no es mucho, considerando el vehículo de que se trata. Todo en aluminio, el motor ayuda al escaso peso del Feroza.

PRESTACIONES, TENIDA, FRENOS

Como se comentó, anda bien en todas partes. La dirección asistida es una delicia y los frenos son más que suficientes para su peso y velocidad. El Manual del Dueño advierte de entrada que es un vehículo diferente y que su capacidad para las curvas no es la misma que un auto moderno normal. Ni tanto ni tan poco. Es cierto que es bastante alto y muy corto entre ejes. Sin embargo, a las velocidades que puede alcanzar, va cómodo en los curvones y en recta. No tanto en las curvas de poca velocidad o retomes, donde el piloto tiene que tener la sensibilidad suficiente para no intentar lo que el vehículo no puede dar. Así y todo, es muy corto entre ejes y el mayor problema es el pasar un obstáculo cuando aún no han aterrizado las ruedas delanteras y ya están las traseras también en el aire. En fin, cuestión de "feeling". En la duda, andar más despacio.

NEUMÁTICOS

Las Bridgestone de todo tiempo se mostraron altamente efectivas en todas partes. Tienen un dibujo cuya profundidad las hace aptas para navegar en el barro, pero también pueden circular sobre asfalto a velocidad, sin zumbidos ni silbidos raros. Son lo bastante blandas, además, para proporcionar una marcha confortable, con buen agarre en el uso normal y, obviamente, en lo mojado.

HABITÁCULO

Aunque casi totalmente descripto en el cuerpo de la nota, debe agregarse que cuatro pasajeros viajan con comodidad en el Feroza, aunque con muy escaso equipaje. Si va uno menos, se vuelva un asiento y entonces entra más. Para dos personas, sobra espacio. Todos los elementos de confort trabajan en beneficio de los viajeros y el hard top permite disponer de un vehículo ideal para el verano, tanto en las playas como en sierras. Bien decorado, es un auténtico vehículo de recreación que, a la vez, es un utilitario con amplia diversificación de posibilidades.

Fuente: CORSA Nº1425, Noviembre de 1993.

Texto: Raúl Pellegrino.

Fotos: Antonio Capria.