PRUEBA: Dodge Dart GL

Desde su primera salida, el Dodge Dart ha evolucionado mucho hasta nuestros días. A la versión original, se le han ido añadiendo detalles y mejoras, que el coche realmente necesitaba, hasta llegar al Dodge Dart GL, que en sus distintas variantes presenta, todos los atractivos del coche de lujo. Si bien en España el Dodge está considerado como un coche de gran lujo, es además uno de los mejores coches nacionales, que se encarga de solucionar el problema de la falta de espacio para aquellos a los que su numerosa familia haya dejado pequeños todos los demás modelos, o aquellos que por su trabajo, o necesidades, tienen que transportar a menudo un gran número de bultos, mercancías o maletas.

INSPECCIÓN A COCHE PARADO

El aspecto exterior del coche es muy notable, sin llegar a ser aparatoso, ni excesivamente grande. El único detalle que no comprendemos en qué beneficia el aspecto del Dodge, es la parte del techo recubierto de vinilo encima del cristal trasero, que no favorece en absoluto la estética del conjunto. La parte más vistosa y elegante, es el nuevo frontal con sus faros rectangulares, de notable eficacia durante la noche. Los colores en que se presenta el Dodge Dart son discretos, predominando los tonos metalizados.

El confort es uno de los puntos más cuidados del modelo, y tanto delante como detrás, los pasajeros van perfectamente instalados, cabiendo tres personas delante y otras tantas detrás; aunque para la conducción sea preferible el que tan sólo dos personas viajen delante. El maletero es digno de la envergadura del coche, pero presenta el inconveniente de tener situada la rueda de repuesto debajo de los bultos y tan sólo el sistema externo de cerradura del depósito de la gasolina es criticable, por su fácil rotura, o por la incomodidad para abrirlo.

El tablero de a bordo ha cambiado muy poco desde el nacimiento del coche, y particularmente el chivato del nivel del depósito de la gasolina, se echa en falta. En el cuadro se dispone de un reostato para graduar la intensidad de la luz del tablero. Las ventanillas son amplias y bajan con pocos giros de las manecillas; sin embargo, las puertas tienden a quedarse siempre entrecerradas, lo que es un poco molesto al intentar salir del coche. La calefacción es de un efecto muy rápido, así como el aire acondicionado, del que va dotado, igualmente que los limpiaparabrisas, que poseen un chorro de agua accionado desde el mismo interruptor.

RENDIMIENTO

El motor es el típico de todos los Dodge, de seis cilindros en línea, alojados detrás de un espacioso radiador de agua, que conviene tener siempre limpio, además de cuidar, sobre todo en verano, de que ningún papel se aloje delante de él, enfrente de la entrada de aire fresco. En el compartimento motor están alojados también el servofreno y la batería, mientras que encima del motor está un gran filtro de aire, que conviene limpiar a menudo.

La asequibilidad de todo el motor es muy cómoda y particularmente las bujías pueden ser cambiadas con toda facilidad. El coche va provisto de alternador, situado en la parte delantera del motor, en un lugar muy a la vista, igualmente que el filtro de aceite. En el motor de 3.687 c.c., la compresión es muy pequeña, lo que eleva en gran manera la duración del grupo, que desarrolla la cantidad de 165 CV, con lo que a pesar de los 1.280 Kg. de peso del coche, permiten a este desarrollar velocidades considerables.

Uno de los problemas más frecuentes en este tipo de coches es la obturación en el starter automático del carburador, que aumenta en grado sumo el consumo de gasolina, por lo que es fácilmente detestable.

VELOCIDADES

Las prestaciones de este modeló son francamente buenas. El Dodge Dart GL es eminentemente un coche para buenas carreteras, es el coche ideal para los largos viajes, por su comodidad y por las altas medias que en carreteras Redia se logran. Los 1.000 metros con salida parada los recorre en 33", lo que para un coche de 1.280 kilos no está mal.

La velocidad punta se cifra en más de 165 Km/hora, mientras que la velocidad de crucero de 130-140 Km/hora se puede mantener largo rato por buenas carreteras, sin que ni el coche ni la mecánica se resientan. En sí podemos resumir que el Dodge Dart GL es un coche muy rápido, y máxime en buenas carreteras, en donde ni los coches deportivos españoles pueden con él.

TRANSMISIÓN

Es éste uno de los puntos débiles del Dodge Dart; la nueva caja de cuatro velocidades no presenta tantas segurida.des como la antigua de tres, que si bien ponía algunas dificultades a su sincronizado, en general daba muy buen resultado. En el Dodge Dart GL las marchas se resisten un poco a entrar, hay que empujar siempre un poco antes de que ellas suavemente se introduzcan, y uno de los fallos por los que creemos que resulta esta dureza, estriba en la rigidez del muelle que hace pasar de segunda a tercera, que nos hace muchas veces cambiar de primera a cuarta por la dureza de dicho muelle.

El embrague, monodisco en seco, tiene un gran recorrido de pedal que dificulta en algunas ocasiones los cambios, siendo además, dada la gran potencia del coche, uno de los puntos con los que hay que tener especial cuidado, sobre todo en no abusar de ellos en las arrancadas. Por su parte, la palanca de cambios, de un complicado dibujo, no ayuda a las maniobras del cambio. Si bien para la marcha atrás, de fácil localización, hace falta levantar una palanquita, situada en la misma palanca del cambio.

SUSPENSIÓN

La suspensión del modelo GL es muy completa, y para ser un coche de claro diseño americano, se acomoda bastante bien a. los recorridos difíciles y con malas carreteras. En el interior, el confort es muy notable, y en los largos viajes, esta comodidad se hace mucho más notable todavía. En las malas carreteras, los amortiguadores Record., muy bien tarados, se portan a las mil maravillas, y hasta los grandes baches son absorbidos sin ninguna dificultad. En las grandes carreteras, y a altas velocidades, esta suspensión hace flotar algo al coche, sin que por eso su estabilidad se vea comprometida. Tampoco en las carreteras onduladas se nota el típico cabeceo de todos los coches con motor delantero.

Técnicamente, la suspensión delantera del GL se realiza por ruedas independientes, montadas sobre trapecios articulados, mientras que la trasera va equipada con un eje rígido, tipo semiflotante, con ballestas semielípticas. A pesar de las consideraciones en contra, el Dodge Dart GL se acopla bien aleje rígido trasero, al que no le vemos ningún efecto malsano en la suspensión.

DIRIECCIÓN

Como cabía esperar en un coche americano, la dirección del Dodge Dart GL, está muy desmultiplicada. En un coche de este peso y tamaño, una dirección más directa resultaría inmanejable; sin embargo, en cuanto el coche se pone en marcha, esa sensación de la dirección desaparece y en carretera buena, o mala, pero sin muchas curvas cerradas seguidas, el volante se nos antoja como muy cómodo. Sin embargo, a la hora del aparcamiento es otra cosa, puesto que dado el peso del coche, la dirección resulta pesadísima, y el volver de un lado a otro el volante, sobre todo si el coche está parado, es muy molesto.

El volante, de unas dimensiones muy asequibles y de muy buen dibujo en lo que a la sujeción de las manos se refiere, resulta antipático por el aro del claxon que lleva en el centro. En efecto, el volante lleva alojado en el medio un aro dorado y en forma de pico por debajo de toda la circunferencia, que puede resultar peligroso al girar el volante de un lado a otro, rápidamente, por la facilidad en cortarse dado lo afilado de esa cara inferior. Por lo demás, la bocina se halla situada en un lugar muy asequible.

FRENOS

El Dodge Dart GL se halla dotado de frenos de disco delanteros y tambores en la parte de atrás. Por su parte el freno de mano resulta particularmente efectivo en este vehículo a pesar de su peso. El único defecto de estos frenos es su relativo calentamiento después de una larga solicitación, que es en gran parte debida al peso del vehículo. Por eso tras una larga bajada hace su aparición el problema del fading o calentamiento del líquido de frenos, que al hervir crea burbujas que nos hacen tener que pisar repetidamente el freno para bombear éste.

En seco los frenos son particularmente efectivos, sobre todo en buen piso, en donde el clavado del coche es inmediato. Los frenos van asistidos por un potente servofreno, que en ciertas ocasiones exige una dosificación inteligente, porque sino el clavado de frenos es inmediato, lo cual dentro del tráfico urbano puede resultar peligroso. También en suelo mojado el freno hay que usarlo de manera dócil, sobre todo a baja velocidad para evitar estos bruscos frenazos, que una vez el coche va a más de 30 Km/hora ya no se dan.

ESTABILIDAD

Para su envergadura, el Dodge Dart GL tiene una estabilidad muy remarcable. En buena carretera el coche es dócil a todas las indicaciones de la dirección, y las grandes curvas las negocia sin ninguna dificultad. En carretera virada y estrecha el coche pone los problemas típicos de todos los de sus 'características, es decir: en las carreteras estrechas hay que poner mucha atención en su conducción, sobre todo si es posible el cruzarse con camiones y otros vehículos.

En las vías en las que predominen las curvas seguidas unas de otras, el coche atiende a cualquier solicitación del volante para corregir una trayectoria, pero dada la gran desmultiplicación de la dirección, es muy difícil girar y contragirar el volante de un lado a otro en un rápido intervalo. El Dodge Dart responde muy bien a los derrapajes y a pesar de su envergadura es de una gran facilidad para controlarlos, y en el caso, poco probable que en una conducción normal se efectúa un ligero derrapazo, éste, aparte de "avisar", se puede corregir con un simple y rápido volantazo hacia el lado en que se va el coche.

Los neumáticos con que sale equipado de fábrica, en medidas 7,25 x 14 son de una gran duración, si bien su estabilidad es mejorable con cualquier otro neumático radial.

CONSUMO

En ciudad el consumo difícilmente baja de los 18 litros, aunque el conductor sea un malabarista de la conducción sin gasto; en carretera y yendo a tope éste se sitúa en 15 a 18 litros, mientras que en circulación más suave baja a 12 litros. Dada la potencia del motor es muy fácil que el conductor influya decisivamente en el consumo del vehículo; por lo tanto, el conductor, a no ser que no le importe el consumo, habrá de abstenerse de hacer rápidas arrancadas y estirar las marchas al máximo, so pena de aumentar en mucho el consumo.

Fuente: Volante Nº 29.

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