PRUEBA: Fiat Coupe Turbo Plus
RESURRECCIÓN
Con este nuevo modelo la marca italiana ha hecho renacer a toda una tradición, el coupé, con el que intenta hacerse un hueco en esta elitista categoría de deportivos.
A las páginas de nuestra reviste son muchos los modelos que se asoman para darse a conocer antes de salir a la calle. Pero de esos muchos son pocos los que crean verdadera expectación. No podría ser de otra forma porque el nuevo Coupé de Fiat no nace para ser uno más, sino que se trata de un posible best-seller del mundo del automóvil.
Este Coupé posee personalidad y una línea agresiva y que llama la atención, motores brillantes, buen equipamiento, prestaciones y comportamiento en carretera irreprochable. Lo tiene todo par5a triunfar, aunque en último término la palabra final la tiene el comprador.
No cabe duda que el grupo Fiat está extrayendo el máximo jugo a la plataforma del Tipo, de que han derivado modelos como el Tempra, los Lancia Delta y Dedra y el Alfa 155. Ahora a todos ellos viene a sumarse una nueva estirpe de automóviles correspondientes a una categoría mayor: los ocupes. Aunque más adelante aparecerá una variante con el sello de Alfa Romeo, el primer bastión acaba de llegar España. Se trata del Fiat Coupé, cuya versión “tope” probamos a lo largo de estas páginas.
Disponible exclusivamente con la motorización de dos litros dotado de distribución biárbol con cuatro válvulas por cilindro en las versiones aspirada y turbo, el Coupé viene propuesto en dos variantes de dotación, una más o menos básica y otra denominada Plus, en la que el equipamiento de serie es mucho más completo y refinado.
Un menú rico. Por lo que respecta a la versión elegida para nuestra prueba, tenemos que señalar que se trata del modelo Plus, el más rico en cuanto a terminación y dotado de turbocompresor para su motor de dos litros de cubicaje. Debuta en estos días en nuestro mercado y se venderá a un precio aproximado de cuatro millones de pesetas.
No es en absoluto barato, pero se debe considerar que el precio viene en parte justificado por una mecánica refinada y tecnológicamente avanzada, además de una dotación de buen nivel. El Turbo Plus cuenta de serie con dirección asistida, cerradura centralizada, elevalunas eléctricos y espejos retrovisores accionables electrónicamente, volante en piel regulable en altura, aire acondicionado, interiores en piel y llantas de aleación ligera de 16 pulgadas con neumáticos de 205 frente a los 195 previstos para la versión baja. Si se quiere, se puede enriquecer con más opciones como el “airbag”, tanto para el conductor como para el pasajero, el techo eléctrico, el radio-casete, el sistema limpiafaros, la pintura metalizada y el antirrobo electrónico con mando a distancia.
La impresión general que se obtiene es bastante positiva: rico y estudiado para ser en la mayor medida acogedor, manifiesta, como muchos han resaltado, su fuerte personalidad italiana. Y adolece también de deficiencias de estilo que caracterizan a los acabados interiores, ya que en muchos casos no coinciden con las ambiciones para este coche. Es también cierto que nuestro ejemplar no puede ser juzgado correctamente (por este motivo no introducimos en nuestras notas el voto relativo a los acabados, ya que se trata de un coche de las primeras series
¡Qué motor! Volviendo a la prueba, es necesario precisar que el Coupé convence nada más analizar su comportamiento por carretera. Gracias a la excelente reserva de potencia disponible (195 CV a 5.500 vueltas), los cuatro cilindros con 16 válvulas regula en el caso del dos puertas de Turín un movimiento dinámico desconocido en la mayor parte de los dos litros actualmente en circulación. Las aceleraciones son tan brutales que el piloto se ve forzado a disminuir la velocidad y volver a velocidades medias más parecidas al tráfico normal.
Para poder comprender todo lo que estamos escribiendo es suficiente observar los datos de nuestras cifras, comenzando naturalmente por la prueba de aceleración en la cual siempre ha demostrado poseer una marcha más. De 0 a 100 km/h ha pasado en sólo 7”19 (declarados 7”50), mientras que en un kilómetro partiendo de cero ha parado el cronómetro después de 28”15 (28 netos). Son tiempos excelentes que no temen comparaciones, ni siquiera de la competencia más calificada, como es el caso del más potente Opel Calibra 2.0i Turbo 4x4 (204 CV a 5.600 vueltas) que en las mismas circunstancias respectivamente ha obtenido 7”58 y 27”86.
Es necesario también destacar que la sustancial diferencia mecánica entre los dos coches, el Calibra tiene una tracción integral permanente, no permite una comparación directa y a la par. La potencialidad del coche de Turín es intuible si se considera el dato relativo a la velocidad máxima: en quinta y con el motor en régimen de 5.600 vueltas ha alcanzado los 225 km/h frente a los 225 km/h declarados. Es un óptimo resultado, aunque si un poco alejado de los 242,350 alanzados por el inalcanzable Calibra.
No obstante, el inevitable retardo de respuesta de los comandos del acelerador, típico de los motores sobrealimentados, la disponibilidad de par es en el complejo robusto y consistente un reprís siempre bastante eficaz, como testimonian los 31”94 empleados para recorrer mil metros en cuarta. En la misma situación el Calibra, dotado de un cambio de seis marchas, registra 31”63.
Es un verdadero record la frenada. Gracias a un sistema tremendamente eficaz y potente, el Coupé garantiza deceleraciones fulminantes (39,2 metros a 100 km/h y 99,1 a 160) y se acerca a los del otro gran turismo. Es también oportuno resaltar que el sistema de frenos siempre ha evidenciado una evidente resistencia al calentamiento, además de la óptima modulabilidad. Menos optimistas son los resultados fonométricos; penalizado de un evidente ruido aerodinámico, de una persistente rumorosidad mecánica, además de una comprensible rigidez de las suspensiones, tiene un confort aceptable sólo en los regímenes bajos y medios (70/72 decibelios a 100 km/h y 72/72 decibelios a 120 km/h), pero en cuanto se pisa el acelerador, 86/86 decibelios a máxima velocidad. Los consumos de carburante son obviamente proporcionales a las prestaciones que se ofrece: 9,8 litros/100 km con un recorrido constante de 120 km/h que esconde los 33,7 litros/100 km en la conducción al límite.
DISEÑO: UNA IDEA CON CORAJE
En la definición estilística de sus creaciones, los diseños del centro de estilo de Fiat regentados en la ´`época por el americano Chris Bangle y aquellos del Pininfarina (que se preocuparon especialmente por los interiores) siempre han sido diseñados con coraje fieles a la idea originaria que entendía el Coupé con formas atrevidas, netamente en contraste con cuanto se había propuesto por parte de la competencia, y en particular por los constructores japoneses.
Hoy, observándolo, no se puede más que resaltar este coraje y resaltar cómo el Coupé se ha construido como una especie de “oveja negra” dentro de este particular sector. Estamos convencidos por lo tanto de que la extrema originalidad de sus formas competirá con la creación de los modelos antagónicos que juzgarán el coche en base a criterios difícilmente catalogados de acuerdo con los parámetros estilísticos expuestos. En otras palabras, de frente al Coupé o bien amor a primera vista o no poder apreciar su valor estilístico ni siquiera después de un largo y curado examen.
En cualquier caso, el aspecto más interesante desde el punto de vista estilístico es el anteriormente mencionado: El frontal es bajo y estilizado, con el característico capó que engloba los paragolpes y los dos grupos ópticos, estos últimos protegidos de un panel transparente de policarbonato. El reclamo a las berlinas deportivas más antiguas es evidente en muchos particulares, gracias a los frecuentes tratos curvilíneos a los cuales se contrapone un corte decisivo de la máscara a la rejilla, además de los grandes huecos de refrigeración que se encuentran en la parte posterior del paragolpes. Acreditado por un CX de 0,31, muestra toda su originalidad también en la vista lateral, donde los elementos más característicos son las hendiduras laterales posteriores. Parten de la base del parabrisas y del paragolpes posterior y se unen hacia el centro del coche haciendo forma de Z. El parabrisas es decididamente inclinado y los montantes se distinguen por su reducida altura.
También es digno de nota (aunque se haya inspirado en los japoneses Honda NSX y Mazda RX-7) la solución prevista para las manillas de las puertas incorporadas en el montante central y perfectamente al filo de la propia carrocería.
El tercer volumen es quizás la parte menos atractiva, desde el momento en que la vistosa parte trasera trunca el estilo general del coche y por lo tanto se adapta mal al resto de la carrocería. EN cualquier caso, incluye los singularísimos grupos ópticos circulares de diámetro pequeño incrustados en el maletero y curioso tapón del depósito en aluminio con apertura rápida. Por lo que respecta a la producción en serie, el Coupé se construirá en los locales de Pininfarina por Grugliasco.
TÉCNICA: LA JOYA DE LA FAMILIA
El elemento mecánico de mayor relevancia es, sin duda, el cuatro cilindros de dos litros de cubicaje y dispuesto en posición transversal. Es en la práctica una evolución del conocido “bialbero” Fiat que en su dilatadísima vida ha impulsado a diversos modelos del grupo italiano. Dispone de cuatro válvulas por cilindro y está sobrealimentado mediante una turbina Garret T3 (tarada entre 0,8 y 1,2 bares de presión) dotada de intercambiador aire-aire. En este modelo está equipado con el “overboost”, un dispositivo que permite aumentar temporalmente el valor de presión máxima de soplado para incrementar potencia y par durante unos segundos. La gestión electrónica de la inyección multipunto secuencial y encendido está encomendada a una centralita IAW de Weber-Marelli. Con todo ello se consigue que la potencia ascienda hasta los 195 caballos a un régimen de 5.500 vueltas y un par máximo de 30,2 kilográmetros a 3.400 revoluciones por minuto. Entre las particularidades de esta mecánica hay que destacar los dos árboles contrarrotantes de equilibrado, destinados a mitigar las vibraciones generadas por el giro del motor, y el control de picado en la culata, que reduce el avance de encendido y la presión de sobrealimentación. Para mejorar el confort de conducción y reducir las emisiones contaminantes en frío, cuenta con inyectores de guillotina alojados junto a las mariposas de la admisión, reduciendo la posibilidad de que se cree una película de gasolina en las paredes de los colectores y cilindros.
El motor está acoplado a un cambio manual de cinco relaciones cuya timonería se ha sustituido por un doble cable “Bowden” con el que se reducen las vibraciones generadas por el propio propulsor. La notable cifra de potencia ha exigido la instalación de un diferencial autoblocante de acoplamiento viscoso que modula el reparto de par de giro transmitido por el motor, transfiriendo progresivamente de la rueda que tiende a perder adherencia menos potencia que a la que cuenta con mayor capacidad de tracción.
El chasis cuenta con suspensiones delanteras de tipo McPherson con los llamados “brazos a tirre negativos”, mientras que para el tren posterior recurre al clásico esquema Fiat de tirantes longitudinales. El sistema de frenos, dotado de ABS, cuenta con discos autoventilados delanteros de 284 milímetros y discos macizos traseros de 240 mm.
Desarrollado partiendo de la plataforma del Tipo, con el que comparte la distancia entre ejes de 2.540 mm, el Coupé cuenta con barras de protección laterales en las puertas, columna de dirección colapsable y un interruptor inercial que en caso de impactos violentos detiene el flujo de combustible del depósito al motor.
SALPICADERO: REGRESO AL PASADO
La exasperación de las formas y la constante búsqueda de la originalidad en el diseño son los puntales en los que se ha apoyado la configuración del tablero de instrumentos. El salpicadero en particular demuestra poseer una personalidad intensa, muy marcada, gracias a la agradable presencia de elementos característicos de los legendarios Gran Turismo, aunque sabiamente mezclados con toques de modernidad verdaderamente singulares. La primera reminiscencia del pasado viene determinada por la lámina de plástico pintada del mismo color de la carrocería aplicada en la zona media del salpicadero, al estilo de los veteranos deportivos de los años 60, que contribuye al aspecto deportivo del Fiat Coupé. Al estilo “retro” se ha diseñado también el tablero de instrumentos con cuatro esferas totalmente independientes para velocímetro, cuentavueltas, nivel de combustible y termómetro de agua, mientras que por debajo hallamos una pequeña banda que engloba a todos los testigos luminosos. Los grafismos son claros y simples, aunque su lectura es obstaculizada, en especial para los conductores de baja talla, por el aro del volante, que cubre parcialmente las dos esferas más pequeñas.
Las dos palancas dispuestas a ambos lados de la columna de dirección se encargan de las funciones de luces, indicadores de dirección, limpiaparabrisas y conmutador de la luneta térmica. Los pocos mandos secundarios que encontramos a disposición del conductor están perfectamente al alcance de la mano, en la consola central, por encima de los mandos del sistema de climatización, con ventilador de cuatro velocidades.
Suficientemente potente, aunque considerablemente ruidoso, garantiza un caudal de aire suficiente a las plazas delanteras gracias a las cuatro salidas del aire dispuestas a lo largo del salpicadero. En la versión Plus, más equipada, el aire acondicionado forma parte de la dotación de serie, con sistema de recirculación mientras que el doble “air bag” es una opción a sobreprecio.
HABITÁCULO: SIN GRANDES CONCESIONES
La atmósfera que se respira en el interior del Fiat Coupé es la típica en esta clase de vehículos, en los que poco se concede al confort de los ocupantes. Para empezar, la posición de conducción está bastante bien resuelta gracias a la posibilidad de regular en altura la columna de dirección. Los asientos que acogen satisfactoriamente el cuerpo, son sin embargo poco envolventes, defecto que se nota en los primeros compases de la conducción deportiva por tramos virados. Otro defecto es la posición de la palanca de regulación de la inclinación del respaldo que queda cubierta por el cinturón de seguridad cuando éste se halla anclado. En cualquier caso, el espacio disponible para los dos pasajeros es más que suficiente, procurando buena libertad de movimientos tanto en longitud como en altura. Naturalmente, menos aprovechables son las plazas posteriores, que a la difícil accesibilidad unen el inconveniente de la acusada inclinación de la luneta posterior.
El equipamiento de serie se halla a un buen nivel, incluyendo elementos como los elevalunas eléctricos, cierre centralizado de puertas, espejos eléctricos e incluso revestimiento de piel para determinados mercados.
Lo más criticable, en cualquier caso, viene determinado por el acabado del Coupé, que evidentemente no está a la altura de las circunstancias para un vehículo de su categoría y precio. La profusión del plástico de calidad mediocre en el habitáculo, el paupérrimo diseño de los paneles de las puertas, etc., desentonan en un modelo que debería haberse cuidado un poco más si con él pretende Fiat mejorar su imagen en el mercado de coches de categoría media-alta. El maletero tiene una capacidad declarada de 295 litros, aunque este limitado espacio puede ampliarse abatiendo el asiento trasero. Ya en el habitáculo encontramos pocos espacios donde colocar pequeños objetos, ya que estos se remiten a un pequeño hueco frente al pasajero y a los minúsculos bolsillos de las puertas.
EN CARRETERA: UN TURBO EXULTANTE
Los datos suministrados por nosotros son bastante claros: con una velocidad máxima de 223,100 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en tan sólo 7”19, el Coupé puede a todos los efectos ser considerado un deportivo de rango, un verdadero “queda semáforos” en grado de compararse en la misma línea con los mejores dos puertas actualmente en circulación. Gran parte de estos méritos hay que buscarlos naturalmente en las dotes expresas del vigoroso cuatro cilindros sobrealimentado por turbo y con 195 CV, que salen a relucir con una asombrosa facilidad cada vez que se pisa el acelerador. La mecánica es vigorosa y progresiva a la vez, y las marchas se encuentran escalonadas en rápida sucesión gracias en parte al discreto manejo del cambio, que es bastante rápido, pero impreciso en el enclavamiento de las marchas. Por lo que concierne al reprís, en ningún caso el Coupé contradice la tradicional regla de todos los motores sobrealimentados. Poco elástico, verdaderamente lento cuando el motor se encuentra en un bajo número de vueltas, el 2+2 de Turín se transforma en un proyectil en cuanto entra en funcionamiento el turbocompresor, pegando a los asientos tanto al conductor como a los pasajeros.
En la conducción normal se puede inmediatamente notar la calidad del chasis: estable y rígidamente adaptable al terreno, demuestra poseer un comportamiento por carretera superior a la media. Las trayectorias se siguen con absoluta fidelidad, aunque también por el mérito del magnífico trabajo desarrollado por las suspensiones, que garantizan siempre y en cualquier circunstancia un contacto óptimo con el terreno.
En la conducción al límite, a pesar de prese4ntar un discreto balanceo y una cierta nerviosidad en las entradas de curva, el Coupé muy raramente se descompone: los eventuales cambios de apoyo son bastante progresivos y se manifiestan con un deslizamiento del tren trasero, siempre perfectamente controlable incluso a la velocidad más elevada. Verdaderamente excelente el rendimiento del sistema de frenos: asegura deceleraciones siempre potentes y espacios de frenada muy conenidos.
FICHA TÉCNICA
MOTOR:
Posición: delantero transversal. Nº de cilindros: 4 en línea. Diámetro por carrera: 84 x 90 mm. Cilindrada: 1.995 c.c. Relación de compresión: 8:1. Potencia máxima: 195 CV (140 KW) a 5.500 rpm. Par máximo 30,2 Mkg (290 Nm) a 3.400 rpm. Construcción bloque/culata: fundición/aleación. Distribución: doble árbol de levas en culata y cuatro válvulas por cilindro. Alimentación: inyección electrónica Marelli IAW y turbocompresor Garret T3 con intercooler.
TRANSMISIÓN:
Tracción: delantera. Embrague: monodisco en seco. Caja de cambios: manual de cinco velocidades con autoblocante Ferguson.
CHASIS:
Tipo: monocasco autoportante. Suspensión del.: ruedas independientes tipo McPherson con brazo inferior oscilante y barra estabilizadora transversal. Suspensión tras.: ruedas independientes con brazos de arrastre longitudinales. Dirección: cremallera asistida. Frenos del./tras.: discos autoventilados/discos + ABS. Llantas: de aleación, en medida 6Jx16”. Neumáticos: Pirelli P Zero 205/50 ZR 16.
DIMENSIONES Y PESO:
Longitud: 4.250 mm. Anchura: 1.766 mm. Altura: 1.340 mm. Distancia entre ejes: 2.540 mm. Peso en orden de marcha: 1.320 kgs. Capacidad del depósito de combustible: 60 l. Capacidad del maletero: 295 l.
PRESTACIONES | ||
VELOCIDAD MÁXIMA (Km/h) | ||
Obtenida: 223,1 | Al taquímetro: 227 | Declarada: 225 |
ACERLERACIÓN PARTIENDO DE CERO | ||
| Tiempo | Velocidad final (Km/h) |
0-400 metros | 15”36 | 148,0 |
0-1000 metros | 28”15 (declarado 28”) | 148,9 |
| Tiempo | Metros |
0-60 Km/h | 3”49 | 29,0 |
0-100 Km/h | 7”19 (declarado 7”50) | 60,6 |
RECUPERACIONES | ||
| Tiempo | Metros |
40-80 Km/h en 4ª | 4”83 | 156,6 |
40-120 Km/h en 4ª | 16”53 | 342,6 |
40-80 Km/h en 5ª | 16”32 | 265,2 |
40-120 Km/h en 5ª | 26”83 | 577,1 |
80-120 Km/h en 5ª | 10”98 | 302,5 |
80-160 Km/h en 5ª | 21”79 | 725,7 |
CONSUMO (litros a los 100 Km) | ||
Ciudad: 12,7 | Carretera: 11,1 | Económico: 6,6 |
90 Km/h constante: 7,7 | 120 Km/h constante: 9,8 | Al límite: 33,7 |
FRENADA | ||
| Metros | Tiempo |
40-0 Km/h | 7,4 | 1”35 |
80-0 Km/h | 26,1 | 2”47 |
120-0 Km/h | 56,5 | 3”43 |
160-0 Km/h | 99,1 | 4”69 |
LAS NOTAS | |||
Diseño: | 8 | Motor | 9 |
Posición de conducción | 8 | Aceleración | 9 |
Salpicadero | 7,5 | Recuperación | 8,5 |
Habitabilidad | 7,5 | Velocidad | 8 |
Acabados ( preserie, no juzgables) | Consumo | 7 | |
Capacidad de carga | 7 | Cambio | 8,5 |
Visibilidad | 7 | Dirección | 9 |
Climatización | 8 | Frenada | 10 |
Dotaciones | 8,5 | Comportamiento | 9,5 |
Precio | 7,5 | Confort | 7,5 |
TOTAL | 69 | TOTAL | 86 |
NOTA MEDIA | 6,9 | NOTA MEDIA | 8,6 |
Fuente: TOP AUTO Nº 3, Marzo de 1994.