PRUEBA: Datsun 180 SX Silvia (primera parte)

  Un japonés vestido de sport

Con neto aire deportivo, aunque con línea no muy lograda, la Cupé Silvia 180 SX, pertenece a la franja del auto de baja cilindrada que no promete grandes prestaciones. Un "2+2" con bajo consumo de combustible, excelentes frenos, suspensión trasera inadecuada y escasa performance pese a lo que hace suponer el sistema de inyección de combustible. Este es nuestro análisis al cabo de 10.000 kilómetros recorridos.

Nuestra primera impresión fue la de estar ante un auto realmente llamativo. Luego, analizándolo desde distintos ángulos comienzan a observarse algunos puntos oscuros de su styling. Las llantas son de diseño inadecuado para la línea del auto y además la trocha trasera es muy angosta con respecto al ancho total de la carrocería lo que nos hizo recordar a un "vagón de tren mirado desde atrás".

La cintura de la carrocería es muy elevada considerando la altura total y la trompa lanzada está rematada con una parrilla de plástico negro que no le da personalidad definida como así tampoco al conjunto de faros cuadrangulares dobles a cada lado.

El parabrisas es muy inclinado, las escobillas se esconden debajo de la prolongación de la línea del capó y la cola tampoco está muy lograda porque remata abruptamente apenas finalizada la gran luneta montada sobre la "tercera" puerta de la 180 SX. El conjunto de luces traseras pasa desapercibido ya que no resaltan debido a la falta de un marco cromado.

Hasta aquí nuestra opinión acerca de la línea de la Datsun 180 SX, pero, tal como opinamos en recuadro aparte, todo es cuestión de gustos.

Al volante

El interior, en nuestro vehículo era de color beige y tanto los asientos como las contrapuertas estaban tapizados en tela símil - escocés al tono. Esto hacía que el habitáculo fuese agradable y de buen gusto en general.

La posición de manejo es confortable. La pedalera está alejada, el asiento cerca del piso, el volante de dirección casi vertical al piso y la palanca de cambios cerca de la mano aunque algo alejada del conductor en el caso de que éste sea relativamente alto. Los pedales son chicos (preferimos la de mayor tamaño) pero bien distribuidos en la pedalera. Los comandos están al alcance de los dedos sin necesidad de sacar las manos del volante a excepción del limpiaparabrisas que tiene una perilla de regulación giratoria.

El cinturón de seguridad (retráctil e inercial) no es de fácil colocación porque hay que sacarlo desde atrás y debajo de la ventanilla trasera lo que hace que la maniobra sea complicada.

Una vez en marcha se nota que la dirección (a cremallera, no es hidráulica) es poco directa y algo lenta para maniobras rápidas y/o precisas. Inmediatamente después se manifiesta la falta de visibilidad hacia adelante que obliga a una regulación del respaldo más vertical para contrarrestar los efectos.

En la ciudad

Sobre el pavimento parejo la suspensión trabaja bien y el andar es suave, silencioso. Pero apenas se transita por el empedrado comienzan a sentirse las vibraciones y la transmisión del zapateo del tren trasero al habitáculo. Con piso seco la cosa no pasa a mayores pero en lo mojado el auto tiene tendencia a desacomodarse y hay que soltar inmediatamente el acelerador tratando de corregir muy suavemente para evitar situaciones más riesgosas.

El diagrama de cambios (con primera abajo y luego la "H" convencional con 2da, 3era, 4ta y 5ta) no trae problemas aunque el recorrido es un poco largo. La primera es muy corta y en realidad sólo hace falta utilizarla para mover el auto, de inmediato se puede poner segunda. La quinta, aunque no se justifique usarla en la ciudad, se puede conectar apenas superados los 80 km/h si se busca ahorrar combustible. Obviamente, el motor no responde de maravillas ni se le puede pedir que reaccione con bríos.

Vista general del motor de la Silvia 180 SX. Está alimentado por sistema de inyección de combustible

La aireación del habitáculo es buena y tanto la calefacción -la probamos pero no fue utilizada durante largos periodos- como la refrigeración funcionan a la perfección. El aire acondicionado es muy bueno, el motor no siente el esfuerzo y la temperatura del mismo no se eleva en ningún momento. Gracias a los comandos se lo puede regular con facilidad y sólo harían falta vidrios polarizados para asistir correctamente el trabajo del equipo.

Cabe destacar también, que en días de lluvia, es muy práctico el sistema de limpialuneta (una escobilla de grandes dimensiones) y lavalunetas eléctrico. Agregar a todo esto una eficiente resistencia para desempeñar lo que hace que el conjunto sea más que correcto.

En la ruta

Apenas salimos a la ruta notamos que la suspensión es muy sensible a rugosidades del asfalto o a las "canaletas" que se forman por depresión del pavimento.
Lo mismo sucede con los vientos laterales que por leves que sean, inciden en la tenida direccional del auto. Con lluvia, las gomas aseguran una circulación del orden de los 120 km/h y bastante lógica hasta los 140 km/h. De allí en más los diagramas de suspensión manifiestan algunos defectos; pero seamos coherentes y convengamos en que nadie supera los 120 km/h bajo el agua.

Las relaciones de cambio largas hacen que uno deba utilizar la caja más de lo necesario para efectuar maniobras de adelantamiento o para sortear accidentes del camino (léase curvas). Lo que en otro auto se puede superar colocando tercera, en el Datsun hará falta poner segunda para obtener una buena reacción del motor. Los frenos son excelente y muy efectivos. El pedal no demuestra fatiga y los cuatro discos cumplen eficazmente con su misión, las luces son pobres y la conducción nocturna se hace dificultosa a más de 110 km/h. Es débil y casi incomprensible que no se hayan utilizado unidades halógenas.

El tanque de combustible de 60 litros garantiza una gran autonomía debido a su bajo consumo y de esa forma se pueden hacer más de 450 kilómetros a alta velocidad sin necesidad de reabastecerse. Algo que la industria nacional aún no aprendió.

Las cifras

La velocidad máxima, teniendo en cuenta que hablamos de un motor de 1.800 cm3 y 115 HP SAE con inyección de combustible y ciertas intenciones deportivas, no es la que corresponde. Los 162.850 km/h no son suficientes como así tampoco los 14.44 segundos para llegar de 0 a 100 km/h con partida detenida. Comparándolo con autos nacionales estamos cercanos al valor de un Fiat 128 1300 que entrega una ventaja de medio litro de cilindrada.

Pero en compensación a la falta de buenas prestaciones la Datsun manifestó ser un auto sumamente económico desde cualquier punto de vista tanto sea en ciudad como en ruta.

En el tránsito ciudadano, a ritmo normal, consume 11 litros cada 100 kilómetros recorridos y en ruta 8 litros cada 100 kilómetros a 80 km/h, 9.5 litros a 100 km/h y apenas 13.8 litros a 160 km/h. Sin duda, valores muy bajos en relación a otros automóviles testeados con cilindradas que rondan los 2.000 cm3.

Por último, queda por comentar el precio que en un momento llegó a los u$s 37.000 plus pero que hace unos meses quedó estabilizado definitivamente en u$s 33.500 dólar más, dólar menos.

Un auto sin exquisiteces ni refinamientos sibaríticos, con buen confort interior (para dos personas solamente), económico y vestido de sport. Para el que busque todos estos elementos reunidos, el Datsun 180 SX es el auto.

Fuente: CORSA Nº777, Abril de 1981.

PRUEBA: Datsun 180 SX Silvia (segunda parte)